domingo, 17 de enero de 2010

La obesidad infantil


La obesidad se ha convertido en una enfermedad pandémica a nivel mundial, así como en un desastre biológico, psicológico y social. El problema ha alcanzado niveles alarmantes tanto en países industrializados como en aquellos que no lo están.

Indiscriminatoria.

El problema no solo se presenta en adultos, sino que cada día son más niños y adolescentes las víctimas de este mal. La obesidad puede definirse como un exceso de grasa que condiciona la salud de la persona. Este exceso de grasa se produce cuando la cantidad de energía que se ingiere con los alimentos es superior a la que se gasta, y este exceso de energías se transforma en grasas.

El sobrepeso en los niños.

Los niños con sobrepeso están en situación de riesgo de padecer graves problemas de salud, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y niveles de colesterol altos, problemas que antes se consideraban exclusivos de los adultos.

Además, estos niños son más propensos a tener baja autoestima debido a las burlas, el acoso y el rechazo por parte de otros niños. A menudo son los últimos en ser elegidos como compañeros de juego, incluso en la etapa preescolar.

Los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar hábitos alimenticios poco saludables y de padecer trastornos de la conducta alimenticia, como la anorexia nerviosa y la bulimia. También son más propensos a deprimirse y a caer en conductas adictivas, como el abuso de sustancias, que los niños con peso promedio.

Como luchar contra la obesidad.

Una dieta balanceada ayuda mucho en la disminución de grasa corporal, unida al ejercicio diario. Si su niño ya tiene este problema ayúdelo haciendo que colabore en la elección y preparación de comidas saludables. No lo recompense por su buena conducta ofreciéndole golosinas o dulces. Impúlselo a realizar actividad física y acompáñelo en esta tarea y no le obligue a dejar el plato vacío.

Además.

Reduzca el tiempo que su hijo pasa delante del televisor, la computadora y los videojuegos y evite que coma mientras ve la televisión. Prepárele un amplio abanico de alimentos saludables y coman en familia siempre que sea posible. Trate de incluir cinco raciones de frutas y verduras al día en la dieta de su hijo, anime a su hijo a desayunar cada día. Insístele a probar diversas actividades.

No le obligue a practicar un deporte o actividad en concreto, ayúdele a encontrar una actividad que le guste y luego apóyelo en sus esfuerzos. Si los padres comen bien, hacen ejercicio regularmente e incorporan hábitos saludables en el estilo de vida de toda la familia, le proporcionará un buen ejemplo.

Háblele sobre la importancia de comer bien y realizar ejercicio, con naturalidad y convierta este tema en un asunto familiar. Transmita a su hijo el mensaje de que usted le quiere, independientemente de lo que pese, y que lo que desea es ayudarle a ser feliz.

Fuente foto: bebes mundo.

Fuente texto: nutrición y estética Onix.