martes, 5 de enero de 2010

Prevenga la hipertensión


Hipertensión es el término que los médicos utilizan para la presión arterial alta. Las lecturas de la presión arterial se miden en milímetros de mercurio (mmHg) y generalmente se dan como dos números. Por ejemplo, 140 sobre 90 (escrito como 140/90).

El número superior corresponde a la presión sistólica, la presión creada cuando el corazón late. Se considera alta si constantemente está por encima de 140.

El número inferior corresponde a la presión diastólica, la presión dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón está en reposo. Se considera alta si constantemente está por encima de 90.

Asintomática. La hipertensión arterial es una enfermedad que algunas veces no presenta síntomas, es silenciosa; sin embargo, las dolencias que ésta abarca pueden ser: vértigos, mareos, náuseas, dolor en el pecho y de cabeza, zumbido o ruido en el oído, cansancio, sudoración excesiva, latidos cardíacos irregulares, hemorragia nasal, cambios en la visión, dificultad al respirar, manos y pies que se duermen y experimentan hormigueo, etc. Recuerde si siente algo de estos síntomas acuda de inmediato al médico.

Algunas causas, son los factores genéticos hereditarios, las probabilidades de padecer hipertensión arterial son dobles en aquellas personas cuyos padres o familiares directos son también hipertensos respecto a los que no tienen estos antecedentes; las causas orgánicas son otro factor, debido a un mal funcionamiento de los mecanismos personales que regulan la tensión arterial; la alimentación inadecuada la que puede estar basada en el excesivo consumo de sal y grasas saturadas que aumentan la presión arterial; las personas que padecen de obesidad tienen de dos a tres veces más probabilidades de padecer esta enfermedad; la edad también es otro factor, a medida que las personas van envejeciendo se produce un endurecimiento de las arterias que dificulta el paso de la sangre por las mismas y conlleva el aumento de la presión arterial, existe un factor de riesgo claro a partir de los 65 años.

Además.

El estrés permanente suele producir muchas veces esta enfermedad. Se han realizado estudios que demuestran que la situación económica de un individuo puede generar estrés. Y este estrés produce aumento de la presión arterial. En un estudio realizado en los Estados Unidos como aquellas personas con trabajos peor pagados, o que tenían muy poco dinero presentaban índices más elevados de hipertensión, al igual que las personas que no salen de su lugar de trabajo. Muchos especialistas afirman que un uso moderado de alcohol favorece la circulación, puede disminuir la hipertensión y previene muchas enfermedades del corazón y del sistema circulatorio. Son muy interesantes los estudios realizados sobre el vino tinto que demuestran que éste contiene un fitoquímico, llamado resveratrol, cuyo papel en el sistema circulatorio puede ser positivo. El uso no moderado de alcohol puede conducir al alcoholismo, el tabaco y el café también incrementan el riesgo de padecer presión arterial.

Algunas medidas para combatir la enfermedad.

Sería un error esperar a padecer hipertensión para comenzar a tomar medidas protectoras. Desde la juventud debe seguirse un estilo de vida saludable. Los cuidados del presente se traducirán en una mejor calidad de vida en el futuro. Los investigadores aconsejaron a los obesos seguir una alimentación equilibrada y baja en calorías, evitar las dietas rápidas o “milagrosas” y confeccionar un programa moderado de ejercicio físico. Con respecto a la sal, recomendaron un consumo diario de, como máximo, seis gramos (una cucharadita). En la práctica, eso significa suprimir prácticamente la sal en la preparación de las comidas, así como reducir al máximo los alimentos enlatados, los embutidos (salami, jamón, salchichas, etc.) y los productos ahumados. Asimismo, hay que abstenerse de añadir más sal durante la comida y acostumbrarse a leer las etiquetas de los comestibles para comprobar el contenido de sal. Se recomendó, además, aumentar la ingestión de potasio.

El ejercicio físico regular disminuye la tensión arterial y, por ello, reduce el riesgo de padecer hipertensión. Es beneficioso practicar ejercicio aeróbico moderado, como caminar, montar en bicicleta y nadar, durante 30 ó 45 minutos, de tres a cinco veces por semana. Otras recomendaciones para llevar una vida más saludable son: dejar de fumar, vigilar la diabetes y el nivel de grasa en la sangre (colesterol y triglicéridos), tomar una cantidad adecuada de calcio y magnesio, así como controlar el estrés emocional y físico. Ciertos fármacos incrementan en algunos casos la tensión arterial, como los descongestionantes nasales, los antiácidos con alto contenido de sodio, los moderadores del apetito y los calmantes para las migrañas que contienen cafeína. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce con el nombre de arteriosclerosis. La hipertensión es una enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente.

Fuente foto: shands org.

Fuente texto: Hospital Clínica Metropolitana.


domingo, 3 de enero de 2010

Adiós a los excesos


Después de los excesos de las fiestas, nos desesperamos por recuperar el equilibrio en la dieta, así como en nuestro estilo de vida. Sin embargo, recurrir a dietas desintoxicantes o productos milagrosos no es lo más correcto, ya que puede poner en riesgo la salud.

La recomendación. La mejor forma de recuperar el ritmo que teníamos, deshincharnos y sentirnos más livianos, es seguir las instrucciones de Silvia Villalba, médico nutricionista, a continuación nos enseña como:

Rescatar las frutas y verduras es lo primordial, la mejor forma de decirle adiós a los excesos sin que nuestro cuerpo se sienta sometido a una tortura es integrar más frutas y verduras a la dieta alimenticia diaria, de esta forma, también podremos reducir las calorías diarias, ingerir nutrientes variados y llenarnos de vitalidad sanamente. Recuerde la importancia de comer frutas y verduras de todo tipo y color, mientras más variabilidad y color tengan mayor cantidad de nutrientes podrá obtener de éstas.

Vuelva a la moderación, no sólo con la calidad de alimentos puede ayudar, sino que es importante controlar las cantidad ingeridas.

Nuevamente, puede ser de gran ayuda registrar todos los alimentos que consume a diario, con su horario y la cantidad. De esta forma, podrá tomar conciencia de lo que ingresa en su boca y recuperar el orden y la planificación en su dieta.

La importancia de los líquidos en esta etapa es importante, beber abundante agua, así como no consumir grasa (pollo con piel o frito, carnes rojas, etc.), es importante cuidarse para tener una mejor salud.

Importante.

No dejes de comer: la peor opción que puedes elegir es ayunar o no comer sólidos y sólo beber líquidos, pues sólo conseguirás perder peso de manera temporal, pero junto a éste, te faltará energía y los nutrientes necesarios para recuperar la vitalidad y despedirte de la pesadez. Entonces, realizar todas las comidas diarias, sin pasar más de 4 horas sin comer, y no saltarse el desayuno es primordial para calmar el apetito y recuperar la dieta sana sin pasar hambre.

El desayuno aporta miles de nutrientes para el organismo, para que éste se sienta con energía y así pueda ejercer las actividades que este hace diariamente.

El desayuno debe estar compuesto de carbohidratos, vitaminas y minerales que los podemos encontrar en las frutas, proteínas que nos brindan los huevos y lácteos como el queso, la mantequilla y la leche. No olvides dejar de desayunar es la primera comida en el día y la más importante.

Elija bien, para que la calidad de la dieta vuelva a ser la de antes o si ha ganado algunos kilos y quiere perderlos saludablemente, lo mejor es escoger correctamente los alimentos. Para ello, no olvide optar por los lácteos deslactosados, las carnes magras (cortes de carne sin grasa), las frutas y verduras de todo tipo y color, así como también, elija bebidas sin azúcar y cereales integrales que brindan fibra y más vitaminas y minerales. Por supuesto, la forma de cocción también influye, y en estos casos, las más recomendadas son al horno, al vapor, a la parrilla, hervido o al papillote.

Que el agua sea su aliado, el agua durante las comidas no engorda, y éste ya es un mito desterrado. Por el contrario, el agua es la mejor bebida, sin calorías, que hidrata sabiamente y que puede darle saciedad si la ingiere durante el almuerzo y la cena o antes de empezar a comer.

Recupere el movimiento, así como la dieta requiere de su rescate, también merece volver a la rutina de ejercicios que realizaba, e incluso, puede incluir cambios, nuevas disciplinas o más intensidad y duración. De esta forma, no sólo favorecerá el adecuado funcionamiento del organismo, sino que se relajará, le dirá adiós al estrés y se llenará de energía para seguir adelante.

Disfrute del equilibrio, es importante que disfrute del equilibrio que ha recuperado y sienta la vitalidad, la salud en su cuerpo y la energía saludable que se transmite cuando uno vive sanamente.

Además.

Sin duda, con sólo enunciar estos consejos dan ganas de ponerlos en práctica, pues nada mejor que sentirse activo, liviano y saludable, aún después de una época donde los excesos son los protagonistas.

Además, no hace falta que esto sea un esfuerzo, sino que con sólo restablecer nuestros hábitos previos o modificar algunos sencillos comportamientos, podemos lograr de nuevo el equilibrio e incluso, perder peso sin darnos cuenta.

La actividad física será lo principal después de ésta época, recuerde no empezar absurdas series de abdominales o de otros ejercicios para restablecer el cuerpo y poder ejercitarlo.

Es importante empezar con más de treinta minutos al día de ejercicios, luego seguir las series y si nunca ha hecho ejercicio es mejor que consulte a su médico acerca de este tema.

Fuente foto: viviendo sanos.

Fuente texto: centro médico Pasteur.