Turrones, bebidas y refrescos, dulces, grasas, frutos secos, salsas. Los excesos gastronómicos se convierten en un sobrepeso del cual es difícil deshacerse. Para festejar sin engordar y evitar que la Navidad te pese, puedes controlar lo que comes y bebes sin dejar de disfrutar de la mesa.
La clamidia, cada año, las comidas navideñas se convierten en una prueba de fuego, a menudo insuperable, no sólo para el aparato digestivo sino también para el peso corporal. Durante esos días, la mesa se convierte en la reina de las fiestas, la gran protagonista de los eventos familiares. ¡Y a veces es la madre de todos los excesos!
Durante unos días mágicos, se suceden las grandes comilonas en familia, las celebraciones en el trabajo, los picoteos dulces a cualquier hora e infinidad de copas extra, todo con el aderezo de una despensa rebosante y un ambiente que invita a la inactividad. En una sola comida se ingiere la misma energía que aportan varias comidas normales: de 2.000 a 2.500 calorías o más.
Evitar los excesos descomunales, que repercuten en el estómago, la cabeza y la balanza, no sólo no está reñido con el brillo de las fiestas navideñas, sino que incluso puede hacerlas más agradables y que el nuevo año comience sin las usuales lamentaciones por lo mucho que se ha comido y bebido y, por lo tanto, engordado.
No parece el mejor momento para hablar de alimentación equilibrada, dietas hipocalóricas o disciplina gastronómica, pero hay una serie de sencillas medidas que permiten disfrutar de la mesa, sin sentirse culpable ni lamentarlo después.
Para ello es conveniente seguir los consejos de la médica nutricionista Silvia Villalba que dice que hay que buscar variantes de postres con frutas y suplantar los turrones comunes por los bajos en calorías. Hay que tener cuidado con las porciones, se puede probar un poco de todo siempre y cuando no se pase.
Antes de la comida es conveniente ingerir una colación de: fruta, yogurt o caldo desgrasado para tener mayor sensación de saciedad. Si se bebe, trate de tomar alcohol solo a la hora del brindis y durante la comida prefiera los jugos o sodas sin azúcar.
No abandone el ejercicio físico.
Lo primero que deben tener en cuenta es que hay que mantenerse activos. Usualmente durante esta época muchas personas disfrutan de vacaciones, lo que representa un tiempo ideal para realizar la actividad física de su preferencia. Es vital que durante esta época este consciente que no debe desmandarse en la comida y tratar de achicar sus platos. Aproveche cada oportunidad de poder caminar o realizar alguna otra tarea después de comer.
· No deje de entrenar. Si habitualmente visita el gimnasio o realiza algún tipo de deporte, no deje de practicarlo porque es Navidad. Todo lo contrario, debe aprovechar para entrenar ahora que hay poca gente y a la hora que mejor le convenga. Si tiene alguna tarde o día libre, combine las compras con alguna sesión de ejercicio.
· Rutina matutina. Si tiene a toda la familia en casa y le espera una larga jornada de cocina, niños, visitas, compras, etc., sería bueno levantarse temprano y realizar una buena caminata o una carrera antes de desayunar. El aire fresco y el ejercicio lo ayudarán a empezar el día cargado de energía, con buen humor y con el metabolismo quemando calorías desde primera hora. Si tiene una bicicleta fija o una trotadora, levántese 30 minutos más temprano, eso es todo lo que necesita.
· Aproveche el momento de las compras. Nunca se pasan tantas horas de compras como en Navidad. Esta es una buena oportunidad para caminar. Siempre acompañado de su inseparable botella de agua para ayudar a limpiar el cuerpo de las toxinas de la noche anterior.
· Paseo obligatorio. Después de comer mueva un poco el esqueleto y no se siente en el sofá a ver la televisión. Está claro que casi siempre en Navidad, terminamos comiendo de más y de lo que más engorda. Acompañado o solo, es aconsejable dar un buen paseo después de cada comida.
· Gimnasio en casa. Cuando tenga un rato libre en su hogar, puede hacer algunos abdominales, flexiones de brazos, ejercicios de piernas y estiramiento. Todo disfrutando de su programa o música favorita.
· No deje de comer. No se trata de dejar de disfrutar de las delicias culinarias que caracterizan esta época tan especial. Por ejemplo: si siente que comió o bebió de más la noche anterior, al día siguiente debe ser fuerte y evitar cualquier tipo de ingesta con muchas calorías. Incluya mucho líquido.
· Recetas saludables. Hay muchas formas de modificar esa receta que tanto le gusta. Utilice productos bajos en azúcar y en grasa.
· Vacaciones activas. Si tiene unos días de vacaciones, es fundamental aprovecharlos para descansar y hacer deporte, sobre todo si normalmente no tiene mucho tiempo.
Además.
El alcohol es otro producto que en estas fechas se toma de forma incorrecta. Recuerde que además de borracheras, resacas y malestar digestivo, las bebidas alcohólicas contienen abundantes “calorías vacías”, es decir que aportan energía pero no nutren, las cuales se transforman en grasa corporal, y pueden agregar “rollitos” a nuestra anatomía.
Evite el hambre atrasada.
Intente llegar al banquete festivo con un apetito moderado. Para ello lo más recomendable es hacer un desayuno ligero pero completo. Es importante tomar en cuenta evitar llegar en ayunas, trate de comer algo antes para que la sensación de hambre no sea tanta, al momento de ingerir dulces trate de que sea en poca cantidad, recuerde que el secreto está en equilibrarse.
Fuente foto: navidad nutrición/doctor nutrición.
Fuente texto: nutrición y estética Onix.
1 comentario:
considero que la alimentacion es un pilar fundamental para el funcionamiento y el desarrollo del cuerpo humano, es necesario en la actualiddad se dedique un espacio sustancial al tratameinto d estos temas teniendo en cuenta el ritmo de vida acelerado que llevamos.
felicito a jose mieles y lo insito a que continue en la misma senda ya que estos tipos de blogs no ayudan mucho
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